Los desayunos y meriendas que
incluyen pan con manteca son definitivamente más felices. Y si el
pan es casero, muchísimo mejor. Si, lleva más tiempo que ir a la
panadería pero hacer el pan en tu propia casa le deja ese olorcito a
hogar que no se logra con nada más… Les comparto la receta que se
impone en mi familia hace ya varias generaciones…
Ingredientes
- 3 tazas de agua caliente (45°C)
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharada de levadura de cerveza seca
- 1 cucharada de sal
- 7 tazas de harina común
Preparación
- Mezclar el azúcar con la levadura y el agua caliente y dejar que fermente, más o menos por 10 minutos.
- Agregar 4 tazas de harina a la preparación anterior y batir hasta que esté bien suave y homogénea. Cubrir con un repasador mojado y dejar que leve por 15 minutos. Amasar bien hasta que quede bien suave y esponjosa.
- Agregar la sal y el resto de la harina (3 tazas) hasta lograr una masa más bien densa. Amasar bien hasta que se ablande.
- Poner la masa en un bowl previamente aceitado, y darla vuelta para que se engrase bien, tapar y dejar levar nuevamente hasta que duplique su tamaño. (Yo la pongo en el horno solamente con la luz prendida y le da el calor suficiente para que leve perfectamente.)
- Una vez que volvió a duplicar su tamaño, volver a amasar para desgasificar y darle forma de 3 panes alargados más bien gruesos. Aceitar bien 2 placas para horno y espolvorear con harina de maíz. Colocar los panes en las placas, taparlos y dejar que leven otra vez.
- Una vez que levaron, rociarlos con agua y llevarlos al horno precalentado a 230°C (fuerte). Continuar rociando los panes con agua y darlos vuelta ocasionalmente par que se cocinen bien. El pan estará listo cuando esté dorado por fuera y suene hueco al golpearlo en la base.
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